València (EFE).- Una marea humana -130.000 personas según la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana- ha tomado este sábado las principales calles y plazas del centro de la ciudad de València para protestar por la gestión de la tragedia ocasionada por la dana y exigir la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón, y de todo su Consell.
Once días después de las inundaciones que causaron más de 200 víctimas mortales y miles de damnificados en la provincia, los manifestantes han expresado su “rabia” en las calles por la actuación de las autoridades.
Convocada por 65 entidades, entre organizaciones sociales, cívicas y sindicatos de izquierda de la Comunitat Valenciana y respaldada por otras 83, la marcha ha partido a las 18:10 desde la plaza del Ayuntamiento y ha concluido cerca de una hora y media después frente al Palau de la Generalitat.
Sin incidentes de gravedad
La marcha se ha desarrollado sin incidentes de gravedad, a excepción del lanzamiento de algunas bengalas y barro contra el Consistorio, que se ha producido tras el arranque de la cabecera, y que ha requerido la intervención de las unidades antidisturbios de la Policía Nacional, aunque sin que se hayan producido, por el momento detenciones.
También se ha lanzado barro y pintura contra el Palau de la Generalitat, en cuyas paredes se han realizado también varias pintadas y se ha depositado buena parte de las pancartas.
La cabecera ha avanzado muy lentamente por el centro de la ciudad hasta poder llegar a su destino debido a la multitud que ocupaba el recorrido y que apenas ha podido avanzar.
Durante la marcha han sido incesantes los gritos de “El president a Picassent” (en alusión a la cárcel de Valencia), “Mazón dimite, sal del escondite” o “el pueblo unido jamás será vencido”, mientras que personas de todas las edades, algunas con lágrimas en los ojos, han mostrado carteles con frases como “Barramos a Mazón como al fango”, “Tu incompetencia mata”, y se han escuchado también algunas voces que pedían la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.