Sobre Daddy Yankee, conocido por ser uno de los íconos del reguetón, se desata una tremenda controversia tras revelarse que estaría cobrando dinero por compartir su testimonio de fe cristiana.

Recientemente, en una entrevista, Daddy Yankee reveló que rechazó una oferta de $150 millones para volver a los escenarios, prefiriendo enfocarse en su nuevo propósito espiritual. Sin embargo, lo que captó la atención, generando indignación entre varios de sus seguidores, es que el artista estaría cobrando $169 por escuchar su testimonio de vida y su mensaje religioso

La cifra que llama la atención considerando que su último concierto fue de hasta US$ 20 por el Streaming.

Daddy Yankee se retiró de los escenarios el año pasado después de ese último concierto en Puerto Rico. En ese escenario, anunció que dedicaría su tiempo a la predicación y evangelización, utilizando la música y las redes sociales como herramientas principales.

La fe de Daddy Yankee cuesta…

Esta noticia, difundida por medios de Puerto Rico que mostraron imágenes de las tarifas, provoca una ola de críticas y cuestionamientos hacia Daddy Yankee. Muchos consideran que la decisión de cobrar por sus charlas religiosas podría estar motivada por intereses económicos en lugar de una auténtica convicción religiosa.

En las redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Comentarios como «Se levantarán miles de falsos profetas, lo dice en la Biblia»… «Él es un fariseo»… y «Daddy Yankee debería explicar esto inmediatamente y no dejar correr más esto». Todos estos reflejan el descontento de los cibernautas.

Otros comentarios incluyen «Pero un religioso verdadero no debía cobrar nada», «Solo les interesa hacer dinero», y «Cambió de negocio y sin pagar impuestos».

Aunque algunas versiones sugieren que las iglesias y entidades a las que Daddy Yankee ha ido estarían lucrando con su participación. Resulta extraño para muchos que el famoso cantante no esté al tanto de que están obteniendo dinero con su testimonio.

Esta situación ha puesto en el ojo del huracán a Daddy Yankee. Quien ahora enfrenta el desafío de aclarar las motivaciones detrás de sus charlas y recuperar la confianza de sus seguidores.